Anduvimos por los caminos del placer
las primeras noches como el fuego
sin saber cuanto dar ni cuanto coger
bailamos tu y yo sin sosiego
Nos bañamos en brebajes encantados
rodeados de selvas depravadas
y rompímos a llorar enamorados
encendiendo ilusiones apagadas
En la levedad del aire nadamos
sin ningun peso ni espina que cargar
Que nuestro amor no pare deseamos,
no sé el tuyo, el mío no puede parar
Pintamos el color de nuestros nombres
con mucha tinta escogida al azar
y con la fuerza de todos los hombres
nuestro amor lo decidimos sellar
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